octubre 22, 2010

El silencio ha caìdo


El silencio
                ha caído
el verso
sintió de golpe
                su ausencia

Ausencia que no aprendí
a mirar

y tú sin saberlo
haces brotar
                   palabras

Ha caído
              el verso

Más sin embargo
el silencio
estaba contigo en ese instante

Se crean barullos como remolinos
                     en el viento

Mis ojos no han aprendido aún
como mirarte
                     en silencio

Te veo palpitar
               te oigo sonreír

visito en tus noches
tus besos inacabables

Y en un suspiro

la lágrima
               advierte

el silencio
                ha caído

Y con el

             cae el beso
también.

Por: Claudia Yaneth Aguilar

octubre 21, 2010

Que el marinero...

con una mujer en cada puerto
zarpe tranquilo. No estamos solas,
que la mujer del puerto tiene...

un hombre en cada marinero.


Por: Carmen Camacho

El tour sigue adelante y no se detiene...


El sábado por la noche
podemos tirar la basura en el parque.
miles de litronas y ansiedades,
compartidas con los amigos
en lugares habilitados.
Nada se detiene en la quimera.
Las necesidades se arrojan
en envases y por inertes.

Hemos vuelto a pedir
calderilla con faldas largas
y pañuelo en la cabeza,
rogando en los semáforos y en los bares,
vendiendo pañuelos de papel en las esquinas,
para que los hijos puedan comer
algo de esperanza enlatada.
La venta sigue adelante
y no se detiene. Nos arrojan a la calle
como envases y por inertes.

Los viajes internacionales del Inserso
van dejando un rosario de cadáveres
concertados con funerarias extranjeras.
El tour sigue adelante
y no se detiene. Los ancianos
uno a uno se arrojan
como envases y por inertes.

Poema: Envases e Inertes
De: Aurora Luque

octubre 10, 2010

DONDE NUNCA LLEGAREMOS

De: Cèsar Vallejo

Donde, aún sin nuestro pie
llegase a dar por un instante
será, en verdad, como no estarse.

Es ese un sitio que se ve
a cada rato en esta vida,
andando, andando de uno en fila.

Más acá de mí mismo y de
mi par de yemas, lo he entrevisto
siempre lejos de los destinos.

Ya podéis iros a pie
o a puro sentimiento en pelo,
que a él no arriban ni los sellos.

El horizonte color té
se muere por colonizarle
para su gran Cualquieraparte.

Mas el lugar que yo me sé,
en este mundo, nada menos,
hombreado va con los reversos.

-Cerrad aquella puerta que
está entreabierta en las entrañas
de ese espejo. -¿Esta? - No; su hermana.

-No se puede cerrar. No se
puede llegar nunca a aquel sitio
-do van en rama los pestillos.

Tal es el lugar que yo me sé.