junio 25, 2011

Vuelo de grises pájaros




Tarde azul, agua azul, desolación tranquila.

Nubes abandonadas sobre otro litoral.


Vuelo de grises pájaros su lento viaje ahíla.


Una voz que del fondo del dolor vesperal,

con el rumor brillante de un puñal que se afila,

llega. La tarde mata poco a poco. Se hila

la red sutil de un rayo de la Luna espectral.



poema: Tarde azul, agua azul, desolación tranquila


de: Carlos Pellicer









junio 18, 2011

Despedida

Aquella tarde debía ser?
En mi pupila vivía tu presencia
invadías mi espacio
por pura descortesía
mientras tu mirada tocaba fondo en la mía.

Más cómo debió ser?
Aún me lo pregunto...
pisa fuerte mi alma, tan fuerte,
que la incertidumbre
me arrastra a la agonía.

Cómo puede ser?
Mi ruina total
tu mundo
es vida aún
O ya el silencio anunció mi muerte

Cómo fue?
El reloj en las tres ha parado
y decidí regresar a mi nada
volví a mi sombra
Y tú te alejaste,

Sin saber cómo fue…

Claudia Y. Aguilar

Cómo fuiste?

Para que nunca mueras yo te canto,
y palabra a palabra desesperó.
No sabrán como fuiste...
Se me rompe la pluma entre los dedos,
se rompería el pincel
que intentara pintar tu alma y tu cuerpo.
No, no sabrá ya nadie cómo fuiste;
ni el más iluminado pensamiento
logrará imaginarte,
!yo que quiero
que te sigan amando como yo,
siglo tras siglo, los que no te vieron!


Luis Rius


junio 03, 2011

Noli me tangere

No me toques  el alma,
porque la estrujarían
tus manos indolentes
y finas...

No repitas mis cantos
que escribì en la sombría
noche para mí solo
y a hurtadillas...

No te asomes al fondo
de mi vida...
Por mucho que atisbes, hallarás la sombra
de un enigma.

Siénteme a la distancia,
como una voz antigua
que al llorar, si es que llora,
no se escucha a sí misma...

No me toques el alma,
porque la estrujarías...




Poema de Enrique González Martínez

puede morir la imaginación????

El corazón no tiene quien le escriba,
nadie se atreve a cruzar la noche remando
en la intemperie
(nadie se ve)

Y si no fue más que un amor negro, susurrando
que nada da,
el viaje más lejano fue el de mi cabeza
hacia su hombro
(el más inútil)

La rama golpea en la terraza
pero es solamente oscura. El miedo
se sienta a comer un pastel en la cocina
(y dice que es real)

¿Alguien pudo tocar a la desesperación?

Terciopelo, papel de diario, una lata oxidada,
no hay vacuna contra las superficies.

Y el mundo es un hueco tapado con barniz
(y no respira).


Poema: La muerte de la imaginación
De: Paulina Vinderman