Tarde azul, agua azul, desolación tranquila.
Nubes abandonadas sobre otro litoral.
Vuelo de grises pájaros su lento viaje ahíla.
Una voz que del fondo del dolor vesperal,
con el rumor brillante de un puñal que se afila,
llega. La tarde mata poco a poco. Se hila
la red sutil de un rayo de la Luna espectral.
poema: Tarde azul, agua azul, desolación tranquila
de: Carlos Pellicer