Reunida la noche toda
en una de sus aristas, cavilas,
detenida al final de los peldaños
de esta inmensa escalera
que derruye el aire,
asida tu mano derecha
a la solapa rota de un libro
que ya no tienes
ni has leído nunca,
sola, tú únicamente,
mientras asoma en el fondo
de aquella puerta sin láminas ni goznes
un ángel su rostro de ángel
y afuera la luna es un gajo,
arete que no encuentras,
lo sabes,
brújula de primavera
en que arde mi corazón de hoja
caída cada lunes
a las tres de la tarde,
naranja partida, dulce limón,
dime que nada
de vida ha perdido nuestra rara suerte.
Autor: Fidel Luján
poema del libro: Gris mitad de un junio gris
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