julio 16, 2011

4)

Es una marea baja en plena ciudad
de islas y arrecifes, que arroja latas oxidadas,
melancolía y rancia, plegada, soledad.
Nadie quiere mirar hacia atrás frente a su copa
o su café. Miran un crepúsculo que huele a vida,
a una bandera que hace vacilar al corazón.

¿Qué sabemos de la muerte?

Nada, excepto lo leído: una vela apagada,
una linterna que no funciona más.

Todo lo que quiero es esta página y mi dibujo
de dardos estrechándose, estrechándose,
buscando el reflejo negro en el cristal.

De: pAULINA vINDERMAN

No hay comentarios:

Publicar un comentario