julio 10, 2011

Te diré, Alighieri

De: Ernesto Trejo
Te diré, Alighieri,
porqué ayer no pudiste escribir.
El sol se concentró en la copa
del olmo
y luego desaparecío. Entonces
no envidiase a nadie;
ni al obispo embarazado
desde hace diez años
ni al papa
y a la corona de mosquitos sobre su cabeza.
Después tu gata ronroneó,
se quedó dormida,
y pensaste en sus sueños.
Más allá de los Alpes,
cargado de dinero, el viento
estaba naciendo en Venecia.
Quizá esta noche
le podrás decir al mundo
cómo fue que el orgullo
fue borrándose de tu frente.

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